Ahí va Martín y su mula,
ahí va Martín y su mula,
allí se van calle arriba
los dos, Martín y la mula.
Llevan prendidos los ojos,
llevan prendidos los ojos
de herida y hambre de pobres
los dos, Martín y la mula.
Y te vas para volver, Martín,
con la siembra de tus sueños
sombreando el atardecer.
Y se la pasa viviendo,
y se la pasa viviendo
con una mano sembrando
y con la otra barriendo.
Y es la esperanza del pobre
y es el consuelo del rico,
un hombre de tez morena
y el alma como paloma.
Y el alma como paloma,
un hombre de tez morena
entre aceituna y canela
y el alma como palo...
un hombre de tez morena
y el alma como... paloma.