El abuelo un día, cuando era muy joven
Allá en su Galicia, miró el horizonte y pensó
Que otra senda tal vez existía
Y al viento del norte que era un viejo amigo
Le habló de su prisa, le mostró sus manos
Que mansas y fuertes estaban vacías
Y el viento le dijo: construye tu vida
Detrás de los mares allá en su Galicia.
Y el abuelo un día, en un viejo barco
Se marchó de España, el abuelo un día
Como tantos otros, con tanta esperanza
La imagen querida de su vieja aldea
Y de sus montañas se llevó grabada
Muy dentro del alma cuando el viejo
Barco lo alejó de España.
Y el abuelo un día, subió la carreta
De subir la vida, empuñó el arado.
Abonó la tierra y el tiempo corría
Y luchó sereno por plantar el árbol
Que tanto quería, y el abuelo un día
Lloró bajo el árbol que al fin florecía
Lloró de alegría cuando vio sus manos
Que un poco más viejas no estaban vacías.
Y el abuelo entonces, cuando yo era un niño
Me hablaba de España, del viento del norte
De su vieja aldea y de sus montañas.
Le gustaba tanto recordar las cosas
Que llevó grabadas muy dentro del alma
Que a veces callado, sin decir palabras
Me hablaba de España.
El abuelo un día cuando era muy viejo
Allende Galicia, me tomó la mano
Y yo me di cuenta que ya se moría
Y entonces me dijo, con muy pocas fuerzas
Y con menos prisa: prométeme hijo
Que a la vieja aldea irás algún día
Y al viento del norte dirás que su amigo
A una nueva tierra le entregó la vida.
Y el abuelo un día se quedó dormido
Sin volver a España, el abuelo un día
Como tantos otros, con tanta esperanza.
Y al tiempo al abuelo lo vi en las aldeas
Lo vi en las montañas, en cada mañana
Y en cada leyenda, por todas las sendas
Que anduve de España.