Sobre la herida un puñado de sal,
bajo las costillas abono ancestral,
cuento tres días para celebrar un
nuevo ciclo espiritual.
Entre las capas de la realidad
busco motivos para despertar,
practíco mis sueños, diseño un
andar que me animará en este
lugar, que me aliviará en los días
que vendrán.
Echo la espina sobre el dorsal
y mientras se estira esquivo el
compás, leo entre lineas, vuelvo
a respirar, desde las cenizas la
vida surgirá. Rezar es descrifar,
pensar es cicatrizar.
Entre las capas de la realidad
busco motivos para continuar,
practíco mis sueños, diseño un
andar que me aliviará en este lugar
que me guiará en los días que vendrán.