Y siento... Que te vas.
Lentamente... Te vas.
A un lugar donde
nada es especial.
Vuelas alto, sin dirección,
sin alas, sin ganas, sin dirección.
Sólo una aguja en tus venas
que acompaña las penas.
Tú y yo sabemos que quieres
que viaje contigo, que te siga.
Me enseñarás dónde nació Morfeo,
dónde los sueños sueñan sin sueño.
Pero no, yo quiero tocar el suelo
para poder hablarte y cuidarte