Dos ojos negros de Mozambique
Miran al fondo de un viejo fado
Quisiera ser yo quien te abanique
Un paseíto cruzando el Chiado
Por una vez entre mil y una
Una por una me hicieron blanco
Todas las flechas que la morena
Bajo la luna me fue lanzando
Campos de mandioca y te
Anacardo y algodón
En la mirada traía;
Y un amor después de un ciento:
Más que parecer un cuento
Es ya pura fantasía
Del Malawi su color
Y del agüita una flor
Que en el pelo se prendía
Y al sabor del ron de caña
Dejo de ser una extraña
Su boca para la mía
Siempre por irse, bella en Lisboa
Para mí quiero el remo de su canoa;
Siempre por irse, bela na rúa:
Te llevaré en la proa de mi falúa
Dos ojos negros pidiendo a besos
Un cuerpo a cuerpo, quién no se diera
Que a beso limpio me hiciera preso
Y el corazón que se me rompiera
Y ya muy lejos del estuario
Lejos del ruido de los tranvías
Toda Lisboa por esos labios
Con estos míos me bebería