Una noche tibia nos conocimos
junto al lago azul de Ypacarai.
Tú cantabas triste por el camino
viejas melodías en guaraní.
Y con el embrujo de tus canciones
iba renaciendo tu amor en mí
y en la noche hermosa de plenilunio
de tu blanca mano sentí el calor
que con sus caricias me dio el amor.
¿Dónde estás ahora, cuñataí,
que tu suave canto no llega a mí?
¿Dónde estás ahora?
Mi ser te añora
con frenesí.
Todo te recuerda, mi dulce amor,
junto al lago azul de Ypacarai.
Todo te recuerda,
mi amor te llama,
cuñataí.