Qué duro quererte así,
contigo pero sin ti,
amando tu cuerpo pero tú a años luz de mí.
No quiero saber Por qué,
para qué arriesgarme a que me respondas:
"no lo sé"...
Prefiero sospecharle en otros brazos
y partirme en mil pedazos
a seguir muerto de pie.
Cómo romper
con tu indiferencia,
cómo vencer
esta mala querencia por ti,
carencia de ti...
querencia por ti...
Te miro pero no estás,
ni veo un puñal detrás,
dispuesto a asestarme el golpe de un "nunca jamás"
Tu tibio dejarte hacer
no es más que una forma lenta
de desaparecer...
una manera de emprender la huida
a través de este suicida
simulacro de placer.
Si te adivinara un "no",
sería que algo pasó
cualquier tontería, incluso un crimen, qué sé yo...
Y así sería capaz
de poner fin a la guerra infinita
de esta paz...
Qué duro ver el rostro de la muerte
cada vez que intento verte
más allá de tu antifaz.