A veces pienso que es un sueño
por lo caótico y fugaz
y otras que es un eterno ensueño
tan sólo de ida.
Contrarios a una voz de mando,
sea en la guerra o en la paz,
logramos ir improvisando
toda una vida...
Bajo algún claro entre tormentas
o algún relámpago sin luz,
fuimos curando cada afrenta
con cada herida.
En otros casos ha escampado,
bajando el monstruo la testuz,
al ver que no nos dio de lado
toda una vida...
Con la energía que aún nos queda
y con la fe del soñador,
sabemos que no habrá quien pueda
dar por cumplida
esta locura que nos une
a golpes de rabia y amor
dónde por siempre quedó inmune
toda una vida...
y así hemos ido, paso a paso,
sin previsión de porvenir,
sorteando el filo del fracaso
o de la huida.
E hicimos bálsamo del miedo
y de la cólera, elixir
y levantamos con un dedo
toda una vida...