Conozco un
vagabundo del espacio
recorre el universo en
su asteroide
sin órbita ni puerto ni
partida
tapa la soledad
con todo el frío de su
vida.
Un día llegó un pájaro
a su isla
dentro de un pomo
que cabía en su mano
daba tristeza verlo allí
encogido
cantándole al silencio
sin respuesta, sin
sentido.
El vagabundo nunca
oyó a su pájaro
y lo veía cantar tras los
cristales
hasta que un día pudo
más su sueño
y lo libró de la
escafandra blanca
de animales.
El pájaro flotó hasta
congelarse
como las lágrimas del
vagabundo
entonces metió al
pájaro en la jaula
y lo soltó a la suerte
con que vino
sin comprender jamás
lo sucedido.