Te miro amor
y tú cambias la mirada,
te miro amor.
Mi piel no le teme a nada;
dispárame
al corazón.
Siento el calor
cuando mis dedos le ganan
a otro botón.
No hay nada como desnudar
tu cuerpo entero y amarrar
tu excitación.
Sabía que eras fugaz,
que eras libre simplemente.
Te estás yendo corazón, ¿verdad?,
y se te ve tan impaciente.
Lo supe siempre, eres fugaz.
Y aun así yo me arriesgué.
Lo haría otra vez.
Susúrrame,
explícamelo al oído,
susúrrame.
Que quiero que tus labios rocen
mi dejadez.
Y bésame. Y bésame.
Yo siempre lo supe amor,
que eras así, fugaz.
Que eras libre simplemente.
Hoy te estás yendo corazón,
se te ve, estás impaciente.
Yo no te lo impediré,
puedes irte libremente.
Lo supe siempre, eres fugaz,
siempre fue así de evidente.
Siempre lo tendré presente.
Lo sé amor, que eres fugaz,
que te vas inevitablemente.
Aunque yo me aferre con la fuerza
de un millón de soles
y me arranque con las manos el alma.
Y aunque se sequen mis ojos de llorar,
sé que no puedo hacer nada de nada.
Porque yo sé que eres fugaz,
pero esta tarde no te vas,
amor.
No te vas.