La Cabeza es un órgano curioso, curiosamente organizado
Esta es la singular historia de un tal Martín Flor
Cuyo cráneo sin pena ni gloria, era extravagante sólo en su interior
Ese tipo sufrió, desde la edad primera, de un mal que es en verdad corriente
Una memoria traicionera que no le trajo más que inconvenientes
Siempre que le enseñaban algo, fuera en su casa o en el aula
Martín, con gesto huraño, instantáneamente lo olvidaba
Pero... se había olvidado de olvidar lo que debía olvidar
Entonces, como se olvidaba de olvidar
Se acordaba de todo. ¿Me siguen?..¿.Sí?
Y, muy rápido, esta facultad, en vez de hacerlo aparecer como un gaznápiro
Le dio prioridad. Olvidado de olvidar sus cursos, Martín todo lo podía retener
Así que, a pesar de ser tan poco sesudo, sin sobresaltos llegó a ser bachiller
Pero un día, en que llovía a cántaros, mientras corría hacia el subterráneo
Chocó con un tipo que se dirigía en sentido contrario y, al caer
Golpeó contra el suelo su valioso cráneo, que hizo un ruido musical: "prrrrrrr"
Y produjo en su croqueta un trastorno que fue fatal
Porque, de ahí en adelante, se olvidaba de olvidarse lo que debía olvidar y, entonces, como se olvidaba de olvidar, ya no se acordaba más. Me siguen?... Sí?
Despojado por ese tonto accidente de sus recuerdos de siempre
Siguió viaje a Calamuchita, él, que vivía en Chacarita
Pero en el camino, ¡qué mala pata!, un colectivo que iba embalado
Sin importarle su carga de almas, cruzó delante del desgraciado
Que había olvidado la existencia de los transportes y del peligro y, nuestro
Héroe, flor... de inocencia, se llevó por delante al colectivo
Y murió bajo los neumáticos asesinos, sintiendo en su cráneo
Un sacudón extraño antes de conocer el olvido
Y, entonces se olvidó de olvidarse de olvidar que debía olvidar de olvidarse
De olvidar-vida vida vida vida-
Ah!... me olvidé el final...