La primera noche de cada estación, me la bebo contigo. Como aquella noche era la primera, el invierno se ancló en una esquina de la primavera. Fueron pasando las noches, pasaron noches enteras.
Pasaron mil y una noche, mil y una noche de cuento.
Y descorchamos la luna para bebernos el cielo, y nos bebimos el mundo entero.
Y nos bebimos la noche, y nos quedamos despiertos,
y derrochando caricias, brindamos tan sólo con agua de besos. Y nos bebimos la noche, y comprendimos bebiendo, que es tan grande el querer,
que nos da de beber y seguimos sedientos.
La primera noche de cada estación, me la bebo contigo. Como aquel verano que se deshojaba,
prometiéndonos mil y una noche cuando regresara. Llovieron hojas de otoño para abrigar el invierno.
Pasaron mil y una noche, ya no quisimos perdernos.
Y de las cuatro estaciones, robamos noches de sueño
y nos bebimos el universo.
Y nos bebimos la noche, y nos quedamos despiertos,
y derrochando caricias brindamos tan sólo con agua de besos. Y nos la noche, y comprendimos bebiendo
que es tan grande el querer...
Y nos bebimos la noche, y nos quedamos despiertos,
y derrochando caricias brindamos tan sólo con agua de besos. Y nos la noche, y comprendimos bebiendo
que es tan grande el querer que nos da de beber y seguimos sedientos.
La primera noche de cada estación, amanezco contigo.